sábado, 10 de septiembre de 2011


Cena a orillas del mar
 


Después de mi aventura por Arecibo donde recorrí montañas y gran parte de la costa, fui a comer al restaurante Lighthouse Bay Restaurant, frente al Faro de Arecibo.
El Faro me llamó la atención desde que pasé por la mañana y finalmente, terminé allí. Me pareció un restaurante acogedor y sencillo con una bonita vista al mar. Al entrar hay una pequeña recepción y es un lugar muy tranquilo, perfecto para descansar y disfrutar de un almuerzo o cena.

Lighthouse Bay está especializado en mariscos y el menú es muy amplio. Puedes optar por comer una langosta recién sacada del tanque, o pasta con marisco, frituras de pescado, carrucho, bacalaitos, zorullos, minialcapurrias, y platos combinados como pollo con maratones, y uno de los platos más querido por los comensales; los mofongos rellenos de camarones, langosta, cartucho o pollo. Prueba el pescado fresco como el chillo o dorado, en filete o entero, y si tienes antojo de asopao tienes para elegir, el de camarones o de mariscos.

Me senté en la terraza a pocos pasos de la playa a relajarme y observar la tranquila Bahía de Arecibo. Estudié el menú y decidí saborear una piña colada sin ron, ya que tenía que conducir de vuelta a casa, me la bebí casi de un trago. Además de piña colada observé que tienen frapés, jugos, y una lista de vinos a elegir. Es un lugar apacible y los mosquitos no molestan mucho. El restaurante es familiar y tiene un salón para actividades hasta para 45 personas.

Pedí la pechuga de pollo con camarones y tostones. Las porciones son grandes, se pueden compartir. Los camarones están bañados en una ligera capa de queso que al principio no me entusiasmó pero resultó cuando los probé. Los tostones vienen con el inseparable mayokechup. Los mofongos rellenos son uno de los platos estrella de la casa, lo mismo que las frituras de carrucho, y la famosa langosta, o tostones rellenos de langosta. En el tanque de langostas casi no quedaban, ya veo que es el plato que más solicitan.

Gustan mucho sus postres como el flan con Baileys, el cheesecake de Oreo, bizcocho de chocolate y dulce envoltura. Quise probar el dulce envoltura que consiste en un crepe fino relleno de queso crema y dulce de leche cubierto con guayaba. Su sabor era una mezcla entre el típico quesito y el crepe francés. Me encantó, no había probado un postre así antes. Para los que quieran comer una langosta y sentarse frente al mar, recomiendo este tranquilo lugar con un servicio cálido y amigable.

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